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Tiny Metal

Análisis de Tiny Metal

¿Es este el sucesor de Advance Wars que tanto tiempo llevamos esperando?

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Tiny Metal es un juego que ha llamado la atención desde el principio por todo lo que lo rodea al proyecto y al concepto, menos por el propio juego. Porque por fin llega algo del género que Advance Wars ha dejado huérfano. Porque lo publica Sony Music Entertainment en Nintendo Switch y eso tiene cierto morbo. Y porque los desarrolladores, Area 35, están metidos en un pufo de Kickstarter. Ahora que ya está a la venta en las tiendas digitales, con un precio mediano, vamos a centrarnos por fin en lo que toca.

Encaja a la perfección en este subgénero de la estrategia por turnos, de batallas lentas y milimétricas con unidades coloristas y animaciones divertidas que le quitan hierro al conflicto. El coronel del Imperio Artemisio, Luja Lindberg, ha desaparecido, y el imperio enemigo Zipang, ha aprovechado para atacar. Bajo el mando del teniente Nathan, consiguen resistir la primera oleada y trata de devolver el golpe. Además, contrata a un grupo mercenario llamado White Fang que dirige una guerrera, Wolfram.

Es una historia repleta de tópicos que no aporta demasiado a las partidas. Las voces, conversaciones entre los personajes sobre sus vidas y sus relaciones, solo están en japonés con alguna excepción de alguna tropa anglosajona, mientras que los textos están traducidos al castellano. Es como si la localización estuviera incompleta.

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Tiny Metal

Pero esa impresión de ser un juego no terminado es mayor en los otros modos de juego. Skirmish es un recopilatorio aparte, con 56 misiones, en las que solo puedes enfrentarte a la CPU, una cantidad enorme que probablemente solo completará quienes se enganchen de verdad. Porque de momento no hay multijugador. Aparece en el menú principal, pero solo para advertir que llegará en el futuro mediante una actualización. Y es algo que este género pide a gritos, por lo que quizá hubiera sido buena idea esperar a que estuviera listo.

La jugabilidad se inspira muchísimo en Advance Wars. El jugador tiene ante sí un mapa dividido en cuadrículas por el que mover sus unidades en turnos, aunque solo puede ver el trozo que ha inspeccionado previamente, así que no puedes saber dónde está el enemigo hasta que lo tienes a las puertas. Una decisión de diseño muy contraproducente para un juego de estrategia porque al final te pasas literalmente reaccionando a los ataques enemigos en lugar de poniendo en marcha tus planes. Lo peor es que acaba convirtiendo lo que debería ser un juego de táctica elaborada en un continuo ensayo y error, porque no puedes predecir ninguna variante ni posibilidad.

En Tiny Metal no construyes estructuras, las tomas. Cada una tiene unas funciones y se diferencias por su aspecto, como los graneros de unidades de tierra o de aire, o esa especie de observatorio del que salen las unidades llamadas héroes, más poderosas que las comunes, pero nada que ver con las unidades especiales y sus poderes que cambiaban el signo de la partida de AW. Por algún motivo, no hay información previa sobre lo que aporta cada uno, así que hasta que no echas unas partida no tienes toda la información necesaria. Más ensayo y error, y esta vez por no poner unas notas.

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La base de la partida consiste en tomar los edificios para mermar la capacidad del rival, o al menos poner una unidad sobre ellos para inutilizarlo, sin necesidad de capturarlo. Además, la misión básica suele consistir en todas las unidades del enemigo, así que el camino más corto es imposibilitar su reproducción. Es una táctica que tiene mucho sentido en un juego de mesa, pero se antoja rara para una guerra.

En lo que no ha cambiado el juego es en la forma de confrontar unidades. Hay un equilibrio entre ellas basado en el planteamiento de piedra-papel-tijera que te dice con cuál debes atacar y con cuál no en cada caso. Lo más normal es crear unas cuantas unidades de tierra para capturar edificios y un buen ejército de tanques para el combate, porque son lentos pero duraderos y mortíferos, y te permiten crear cuellos de botella en puntos importantes para después flanquear al rival. Aunque hay más unidades, no están suficientemente balanceadas y al final acabas recurriendo al tanque. Como tampoco hay información sobre lo que hace cada una toca de nuevo toca practicar mucho hasta saber cómo armar tu ejército. Un elemento que echamos mucho en falta, ya que te pones a copiar el trabajo de Intelligent Systems, es la gasolina de los vehículos.

Es los juegos de estrategia sabes que te espera un ritmo lento, pero en este caso se ha convertido en un tedio. Primero, porque todo arranca con esos diálogos que no despiertan ningún interés. Después, porque las batallas son largas, de hasta una hora en algunos casos. Por suerte, puedes guardar en cualquier momento, y eso es lo único que salva de que el ensayo y error no sea una tortura. Al menos puedes caer en una trampa y remendarla casi al instante, aunque esa no es la jugabilidad que estábamos buscando.

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Los efectos de sonido son decentes. Hay ruidos de balas, de motores, mecanismos de tanques y explosiones que hacen vibrar el nivel. Ya comentamos que las voces solo están en japonés, y tampoco son nada especial. Pero además hay algunos problemas técnicas que, en la versión de Nintendo Switch, hacen bajar la tasa de fotogramas por segundo en un vídeo grabado. Los vídeos anteriores nos hicieron pensar que visualmente iba a ser un título agradable, con un estilo animado y colorista pero mayor definición y trabajo que en los viejos Advance Wars. Y, sin embargo, no se distinguen tan bien como esperábamos. Tampoco cuenta con una interacción con los escenarios más avanzada, algo que podríamos haber visto con toda la potencia y la tecnología actual.

Tiny Metal era propuesta atractiva, sobre todo para Nintendo Switch por los recuerdos de la era dorada del subgénero en Nintendo DS, pero se ha quedado en un producto mediocre que solo ha sido capaz de tomar los elementos básicos de Advance Wars y se ha olvidado de los que marcaban la diferencia y hacían que las partidas fueran tensas y cambiantes. El género de la estrategia ha evolucionado mucho en estos años, y con Xcom o el mismo Mario + Rabbids Kingdom Battle entre lo mejor de cada año, es difícil llamar la atención. Entretenido para unos ratos, pero nada especial.

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Tiny Metal
06 Gamereactor España
6 / 10
+
Por fin vuelven la guerra por turnos. La flexibilidad de guardar casi cuando quieres.
-
A veces es feo. La trama es aburrida. Las batallas se suelen alargar demasiado. Muchas se resuelven por ensayo y error. Hay funciones que deberían estar y no están.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Markus Hirsilä

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